La elevada inflación y la subida de los tipos de interés en los mercados mundiales plantean retos a los inversores que confían en las inversiones de renta fija para generar ingresos estables. Sin embargo, los particulares con grandes patrimonios (HNWI) pueden adoptar estrategias para sortear estos retos, como invertir en instrumentos de tipo variable (variable rate) como el crédito privado.
Entender la subida de los tipos de interés y las presiones inflacionistas
Los bancos centrales de todo el mundo comparten un objetivo común: controlar la inflación. El Banco de Inglaterra, el Banco de Canadá y, más recientemente, la Reserva Federal de Estados Unidos han subido los tipos básicos para frenar las presiones inflacionistas. En los mercados locales, el Banco de la Reserva de Australia (RBA) ha adoptado una postura más agresiva, aplicando subidas consecutivas de los tipos para contrarrestar el aumento de la inflación.
El aumento de la inflación tiene dos consecuencias importantes. En primer lugar, el mercado alcista de bonos de casi cuarenta años puede estar llegando a su fin. Sin embargo, esto no es necesariamente una mala noticia para los inversores que confían en la renta fija, ya que unos rendimientos más elevados podrían dar lugar a mejores rendimientos en el futuro. También significa que el favorable entorno desinflacionista del pasado ya no es un hecho. En segundo lugar, la correlación entre la renta fija y la renta variable puede volver a ser positiva, una tendencia observada históricamente cuando la inflación supera los 4% a 5%. Aunque esto no es totalmente negativo, indica que los inversores que dependen de la renta fija para obtener ingresos regulares deberían reconsiderar la tradicional asignación de cartera 60/40 entre crecimiento y defensiva.
Además, los mercados mundiales están experimentando un reajuste de las primas de rendimiento de los bonos corporativos frente a los bonos del Estado. A medida que los bancos centrales suben los tipos de interés básicos y liquidan los activos acumulados a través de la expansión cuantitativa (QE), la liquidez del mercado disminuye. Incluso si los bancos centrales no venden activamente los bonos adquiridos, pueden optar por no reinvertir los ingresos procedentes de los activos que vencen. En cualquier caso, la liquidez se está retirando de los mercados públicos.
La expectativa de una reducción de la liquidez se debe principalmente a la preocupación por la subida de los tipos de interés. Si los bancos centrales endurecen demasiado su política para frenar la inflación, corren el riesgo de desencadenar una recesión. Una recesión podría ampliar los diferenciales de crédito y aumentar la probabilidad de impagos, especialmente entre los emisores de crédito corporativo de menor calidad. Aunque una recesión inmediata parece menos probable, los riesgos de recesión pueden aumentar en un futuro próximo.
¿Cómo pueden los HNWIs buscar ingresos estables en este entorno?
Debido al aumento de los rendimientos de los bonos y a la ampliación de los diferenciales de crédito de las empresas, las inversiones en renta fija parecen más atractivas hoy que hace varios meses. Sin embargo, las perspectivas siguen siendo inciertas. Todavía nos encontramos en las primeras fases del ciclo de endurecimiento, en el que se esperan nuevas subidas de tipos y persiste la incertidumbre sobre si estos aumentos contendrán eficazmente la inflación. Por lo tanto, los inversores deben adoptar un enfoque proactivo para asegurarse de que sus carteras están bien posicionadas para obtener buenos rendimientos en un mercado mundial difícil.
Una forma de hacer frente a algunos de los vientos en contra del mercado de renta fija pública es invertir en crédito privado. Como clase de activos alternativa, el crédito privado no cotiza en bolsa y, por tanto, se ha visto menos afectado por los ajustes generales del mercado en comparación con las inversiones en renta fija pública. Otra ventaja del crédito privado es que su conjunto de activos subyacentes suele estar más diversificado que los productos de renta fija que cotizan en bolsa. En una recesión económica, es probable que un fondo de crédito privado diversificado obtenga mejores resultados que una inversión de renta fija de un solo activo y muy concentrada, como un bono emitido por el Estado.
Los inversores que busquen diversificar sus carteras y mitigar las presiones inflacionistas deberían explorar estrategias alternativas de generación de ingresos, como el crédito privado, los instrumentos de tipo variable y los flujos de ingresos diversificados. Un enfoque bien equilibrado ayudará a navegar por las complejidades del cambiante panorama financiero actual.